martes, 16 de abril de 2013

Biografía de la trama principal









CAPÍTULO III - LA NIEBLA DEL PASADO

PRÓLOGO <--Click

Con una nueva visión, Karshten Léone volvía a reunir a la orden tras meses de relativa tranquilidad. Un nuevo enemigo se alzaba tras la niebla. Algunas semanas antes, los miembros de la orden habían recibido una carta amenazante de un desconocido, en la que describía sucesos personales que cada uno había vivido. 
     Ody Vercetti era el único que sabía lo que les deparaba el destino, ya que Nizdorni le había llevado al futuro para que alertara a la orden de lo que estaría por venir. 
En el futuro, un nuevo continente se descubriría. En este continente se hallaba su enemigo, y poseía un talismán. Este talismán era desconocido incluso para la mismísima Nizdorni. A diferencia del resto de talismanes, este tenía el poder de mostrar el pasado. De esta manera, el enemigo podría saber en todo momento las acciones de la orden, además de todo su pasado, batallas o incluso debilidades.
     La orden debería enfrentarse a él, pero sucedería un hecho que cambiaría la suerte de todos ellos: en ese futuro Karshten sería asesinada. 
     Cuando el enemigo asesinara a la guardiana de la orden, este obtendría el talismán de la luz, y se alzaría con ambos talismanes. Conociendo tanto el pasado como el futuro, el enemigo acabaría con los miembros de la orden uno por uno.
Para evitar todo esto, la orden decidió que la guardiana de la luz no viajara al nuevo continente, quedando segura en Ventormenta.
La orden formada por Ody Vercetti, Thilane Strange, Iruam Sheram y un nuevo miembro llamada Chantalle Leproux viajaron hasta el nuevo continente sin conocer lo que allí les esperaría.
     Durante las siguientes semanas los miembros de la orden avanzaban por ese extraño continente, llamado Pandaria, siguiendo las órdenes de Karshten. Pero fue entonces cuando esta tuvo una nueva visión: en pocos días el guardián del pasado se enfrentaría a los miembros de la orden, acabando con todos ellos. Entonces lo tuvo claro, tal y como Ody había visto en el futuro, Karshten debía viajar a Pandaria y morir allí, ya que su sacrificio, otorgaría a la orden el tiempo necesario hasta llegar a la guarida de su enemigo para derrotarlo. 
     Karshten viajó hasta el nuevo continente acompañada de Thallendor, un druida elfo de la noche al que Karshten salvó años atrás.
Aunque su destino debía cumplirse, no dejaría que el talismán cayese en malas manos, así que una vez en el continente ordenó a Thallendor que entregara el talismán de la luz a Thilane, de esta manera su enemigo no podría tener el poder suficiente para derrotarlos.
    Thalendor cumplió su misión tal y como Karshten había planeado, y esta se enfrentó a su enemigo cayendo en la batalla. Mientras tanto el grupo avanzó hacia el norte, aunque se
encontraron con varios enemigos en el camino. Un grupo de tres hermanos Pandaren se enfrentaros a los miembros de la orden con el fin de hacerles perder tiempo y lograr llegar ellos primero para conseguir el talismán del pasado, o de la niebla como en realidad se llamaba. Estos pandaren eran los hermanos Nieblaoscura, y su familia había custodiado el talismán de la niebla durante muchos años, hasta que les fue arrebatado. Ambos grupos viajaron hasta el monasterio del Shadopan, donde se encontraba su enemigo, durante el largo camino la orden había ganado algunos nuevos aliados entre los que se encontraban un druida llamado Hock Kleine y una caballera de la muerte llamada Liabel Kleine. Tras un largo viaje hasta el monasterio se encontraron con el grupo de Pandaren a los que se habían enfrentado anteriormente. Los hermanos Nieblaoscura habían conseguido el talismán del pasado, y como legítimos dueños les pertenecía dicho artefacto. Aún así, la hermana mayor y guardiana del talismán Shiulang Nieblaoscura, decidió ayudar a la orden. Con el talismán pudo ver que Karshten no estaba muerta, había sido enviada al pasado, así que les propuso enviar a algún miembro a buscarla. La orden decidió enviar a Ody Vercetti, sin saber que el talismán de la niebla no los traería de vuelta, ya que no poseía tal poder. La orden debía traer a Karshten y Ody al presente, aunque se las tuviesen que ver con el artefacto más peligroso que había aparecido hasta ahora: El libro de las almas.

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